Bicho malo nunca muere

Aquí comenzó nuestra aventura.

Pues conseguimos sobrevivir a las tropecientas horas de avión y a una escala en Pekín. Bueno... a la escala casi que no, pero gracias al "hey giiiiiiiiiiiiiiiiiirl" y al "QUICKLY!!!!!!" de un simpático(?) señor chino pudimos coger el avión. Pero antes os ponemos en situación: resulta que nos habíamos tumbado a la bartola en la que pensábamos era nuestra puerta de embarque, ya que tenía el mismo número y letra, y es que a estos chinos no se les ocurre otra cosa que nombrar a las puertas de llegada y salida con el mismo nombre. Muy inteligentes. Aquello estaba más desierto que el cesto de la ropa sucia del checo que vive con el primo de Ro (es que el chaval no se lava nunca hoygan) . Pero allí estábamos las tres, Ro y yo dormidas mientras Olga miraba al infinito con cara de forever alone (literal) hasta que el señor antes mencionado se le acercó para preguntar a dónde íbamos y se puso a hacer aspavientos como un loco para que nos piráramos de allí y pasáramos el control OTRA VEZ. Yo me desperté con el barullo, pero a Ro casi tuvimos que ahostiarla para que reaccionara. Y ahí entró el chino en acción con su hey giiiiiiiiiiiiiiirl hasta que Ro se levantó a lo ¡¡CHAN CHAN CHAAAAAAAAAN!! Y salimos corriendo sin saber muy bien a dónde ir. Media hora más tarde encontramos la puerta de embarque; estaba justo debajo. Allí esperamos un buen rato. ¿¿Quickly para qué, chino de los huevos??

Uno de los baños en China. Bonico, bonico de verdad.

Pero lo importante es que llegamos a Corea, y nos sentimos más perdidas que el vuelo 815 de Oceanic. Se suponía que vendrían a recogernos y nosotras nos esperábamos a los coreanos allí con cartelitos con nuestros nombres y todo el rollo peli de Hollywood. Al igual. Ni un alma. Bueno, almas sí que había, pero ninguna estaba allí por nosotras. Tras el pánico inicial y los paseos por delante de la puerta al más puro estilo "notice me" (cabeza alta y pecho fuera), a mí se me ocurrió sugerir que igual teníamos algún correo que no habíamos podido leer durante el viaje. Bingo. Nos estaban esperando en la puerta del McDonalds; Dios bendiga el wifi gratis.

Cuando nos tocó reunirnos con todos los demás e ir conociendo a algunos de los estudiantes de intercambio nos encontramos con la siguiente situación: europeos, chinos... y después nosotras. Acabamos haciendo amistad con los chinos, incluso uno hizo sus pinitos con el español, máááás majos ellos. Tres horas más tarde, tras algunos percances cogimos el autobús que nos trajo a nuestra residencia algo acojonadas. La culpa la tuvo nuestro orientador chino/coreano, y es que el chaval daba un miedete cada vez que abría la boca para decirles algo a los chinos... yo creo que les tiene manía, porque cuando hablaba en inglés no se le notaba tanto el estrés. Yo por si acaso le he agregado a facebook, dicen que canta bien. Tampoco es feo. HAHAHAHAHAHAHAHA.

Nada más salir del aeropuerto vimos LA ESTATUA. No nos dió tiempo a fotografiarla pero para que os hagáis una idea era... bueno, a ver cómo explico yo esto... venía siendo un pene gigante. Creemos que es por el complejo que tienen, ahí lo dejo.

Por fin llegamos a Konkuk. JODER QUÉ PASADA DE UNIVERSIDAD LA LECHE. UMA, chúpate esa. Me acordé de los pobres coreanos que se van a estudiar allí, y la carcajada que solté interiormente fue pequeña, pringuiiiiiiiiiiiiiiiis. Claro que ellos no se van precisamente a estudiar y nosotras vamos a hincar más codos que en toda nuestra vida... FUCK. Un Nelson salvaje ha aparecido para reirse en toda nuestra cara justo en este momento. Gracias Nelson.

Pero volvamos a lo importante: *AVISO: modo fangirl ON* LAS VISTAS. Y es que señoras y señores (más señoras, para qué nos vamos a engañar), tenemos la casa de Super Junior lo que viene siendo a un correr de cortina. Vaya, que lo primero que he hecho esta mañana al levantarme ha sido darles los buenos días. Iba vestida. Más o menos. Para los que no lo sepáis tengo unos prismáticos de caza. HAAAAAAAAAAAAAHAHAHAHAHAHAHAHA.Aunque tristemente el campo de fútbol (ese donde Minho de SHINee se va a correr) nos pilla un poco más lejos... al final del pasillo. HAAAAHAHAHAHAHAHAHAHA (again).

Para finalizar el día (y con él, esta entrada), los guiris nos fuimos a comprar en manada al E-mart (supermercado muy recomendado para todo aquel que quiera visitar Corea y en el que todo es GIGANTE, aunque ya explicaremos eso en alguna twitcam). Teníais que vernos en la sección del champú tratando de adivinar qué cojones era todo aquello. Yo hubiera pagado por verme a mi misma comprar, seriously.

Olga añade que las coreanas deben de tener el potorro muy grande, porque las compresas no son ni normales!

Creo que esta entrada es demasiado larga, así que me voy a ir despidiendo. En otro momento os contaremos qué tal los primeros días, las comidas y nuestra primera aventura en las tiendas de cosmética. Mon Dieu qué país este!

Besitos de Ro. HAAAAAAAAAAAAHAHAHAHAHAHAHA. No.


Ps: intentaremos obligar a Ro a compartir con todos nosotros su experiencia para llegar a la resi. Sí, se perdió.
Ps2: otro Nelson salvaje apareció para decirle a Ro: pringuiiiiiiiiiiiiiiiiiii.